Ahí van dos remedios caseros para aliviar el dolor de oídos:
1. Calentar dos cucharaditas de aceite de oliva o de almendra y dejar que se enfrie a temperatura ambiente. Aplicar 2 o 3 gotas templadas directamente en el conducto del oído. Tapar el oído con un pequeño algodón.
2. Aplicar una compresa de agua caliente en ambos oídos y la garganta durante unos cinco minutos. Pasado este tiempo, renovar las compresas por otras.